Mi intención con la creación de este blog, es alzar la voz para que todo el mundo pueda luchar contra la Pedofília, porque nuestra educación cívica y moral nos obliga a ayudar a los más desfavorecidos, y en este caso son los niños, que además no tienen ningun tipo de arma para poder defenderse, sino todo lo contrario, no hacemos más que poner barreras sin enseñarles a superarlas. Es como si le enseñas los peces, pero no le muestras la caña.
A continuación, hay un escrito donde permitirá que os pongais un poquito al día sobre el tema.
No es muy extenso, pues es solo una toma de contacto con el tema.
LA PEDOFÍLIA: Resulta absolutamente imposible determinar las dimensiones reales de este problema. Aunque sí tenemos constancia sobre el crecimiento exponencial que se produce año tras año. El FBI señala que sólo en EEUU los delitos contra los niños en Internet aumentan cada año en un 10 %. Por este motivo la Seguridad Infantil debe abarcar una pequeña parte de la educación. Pues cada año se generan más delitos a favor de la pornografía infantil.
La sintomatología esencial de este trastorno se define como fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual con niños(13 años o menos) durante un período no inferior a los seis meses.
Los niños suelen ser menores de 12-13 años y el individuo ha de tener por lo menos cinco años más que el niño para que sea considerado el trastorno. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.
Según el manual de diagnóstico de los trastornos mentales (DSM-IV) la pedofília se encuentra dentro de la categoría de parafílias, ubicada dentro de la categorización mayor de "Trastornos sexuales y de la identidad sexual".
El manual indica que estas fantasías e impulsos sexuales provocan un malestar clínicamente significativo o un deterioro social, laboral o de otras áreas de la actividad del individuo. El manual indica distinguir a su vez en el diagnóstico cuando se trata de una situación incestuosa, si es exclusivo (solo atracción con niños), si es hacia varones, mujeres o por ambos sexos.
La definición del DSM-IV lleva implícita la concepción clásica, pero otras lecturas permiten pensar que esa definición resulta bastante acotada. Es posible ver conductas pedofílicas menos marcadas, y de otras personas que no sufren de un malestar significativo al respecto. Incluso se parte de esta situación para pensar otros aspectos relevantes, tal como puede ser la pregunta si es que se trata de cuestiones médicos biológicas o no.
Por otra parte cabe la pregunta si es que este fenómeno se da principalmente en personas que está a cargo del cuidado de niños por lo que cabría la hipótesis según la cual el contacto permanente con niños favorecería la manifestación paidofílica.
Puede darse de diferentes formas: en relación a la orientación, puede ser de tipos heterosexuales, homosexuales o ambas; en relación a objeto, éste puede ser exclusivamente pedofílico o no.
Las conductas de la pedofília van del simple exhibicionismo hasta la penetración. El adulto suele ganarse la confianza y el cariño del niño para luego llevar a cabo sus objetivos.
La necesidad detectada más importante, es la necesidad de ayudar a todos los niños a estar prevenidos ante cualquier ataque pedófilo, pues no hay que olvidar que puede pasarle a cualquier niño/a, a cualquier hijo/a, hermano/a, etc. Por tanto todos los niños están en peligro, la inocencia de uno, es la inocencia de todos, y la ética cívica y moral nos obliga ayudarles y a luchar contra la pornografía infantil de todas las formas posibles y no hacernos los suecos, por decirlo de alguna manera, por miedo o porque realmente no son los tuyos o los míos los que están en peligro. Pues de alguna manera o de otra todos podemos ayudar.
Aunque no existe un perfil exacto del pedófilo ni del pederasta, sí podemos establecer un retrato robot a partir del estudio de los que ya han sido detenidos. Es el siguiente:
1º. En más el 90% de los casos se trata de varones.
2º. En el 70% de los casos superan los 35 años de edad.
3º. Suele tratarse de profesionales cualificados.
4º. Con frecuencia buscan trabajos o actividades que les permitan estar cerca de los niños.
5º. Su nivel social es medio o medio-alto.
6º. En el 75% de los casos no tienen antecedentes penales.
7º. Su nivel de reincidencia es altísimo, aun después de ser descubiertos y condenados.
8º. No suelen ser conflictivos en la cárcel y muestran buen comportamiento (en la cárcel no hay niños).
9º. No reconocen los hechos ni asumen su responsabilidad.
10º. Normalmente tienen una familia a su cargo, y con frecuencia hijos pequeños.
11º. En más del 30% de los casos se trata del padre, el tío o el abuelo de la víctima.
12º. Generalmente tienen fuertes convicciones religiosas
La personalidad del agresor de mediana o mayor edad es de un individuo solitario y con dificultad para establecer relaciones heterosexuales normales, suele tener baja autoestima, con pocos recursos para enfrentar situaciones de stress y frecuentemente abusa del alcohol y/o sustancias. Por lo general, no presenta trastorno psicopatológico. Sin embargo, se ha visto que dos tercios de los reclusos pedofílicos maduros llevaron a cabo esta conducta en momentos que sufrían de situaciones estresantes.
El pedofílico no se acerca a los adultos debido a que teme ser castrado por ellos, que son representantes de sus padres, hacia los que dirige sus impulsos incestuosos.
Se identifica con su madre y se relaciona con los niños de la misma manera como añora que debiera ser su relación con ella, por ese motivo es que elige a niños que puedan representarlo a él mismo. El temor a la castración intensifica su narcisismo, por la necesidad de protegerse a sí mismo.
Hay pedófilos de todas las clases sociales. Los más peligrosos sin, ciertamente aquellos en los que el niño confía por naturaleza, como un criado, un amigo de la familia, o aquellos que el niño idealiza por sus funciones, como un sacerdote, un profesor, un bombero e un policía. El acto perverso de estas personas insospechadas deja cicatrices profundas en el alma del niño bajo la forma de culpa y de angustia.
Los pedófilos menos peligrosos, desde el punto de vista psicológico, son los marginales, los exhibicionistas de la calle. Estos actúan desde fuera, compulsivamente como un relámpago, y después son castigados y encarcelados, con gran alivio reparador para el menor. La imagen del "bestia" es irreversible, pero los efectos brutales de su acto acaban por diluirse poco a poco con el tiempo.
Desde el punto de vista moral el pedófilo no es un deficiente mental exento de responsabilidades, ni un delincuente al margen de las leyes de la vida social y familiar (puede ser un buen profesional, un buen padre de familia y como últimamente ha salido a la luz, puede ser un sacerdote-veremos casos más adelante), sino un hombre o una mujer diferentes en la manera de vivir la sexualidad, condicionados en la libertad por la estructura de su personalidad, aunque responsables por el mal que introducen en el mundo, cuando actúan pedofílicamente.
Existen unas cuantas páginas web donde luchan contra la pedofília, y la pornografía infantil. En estas páginas te das cuenta de que es un problema que cada día va a más, y que una de las cosas que podemos hacer los ciudadanos, es ayudar a prevenir y denunciar los posibles delitos de los que seamos conscientes.
Existe un factor importante en el incremento de la pornografía infantil y por tanto de la pedofília, éste factor es INTERNET. Es la herramienta que hace posible el intercambio de imágenes, videos, etc. entre pedófilos o no ( ya que existe otro tipo de gente que promueve la pornografía infantil por otros motivos, como pueden ser los económicos ). También hace posible que éstos se agrupen en comunidades virtuales y puedan afianzar su postura, tanto que hasta en Holanda se ha creado un partido político que favorece las relaciones adulto-niño, por poner un simple ejemplo de lo que está ocurriendo en el mundo, y de lo que mucha gente ignora. Además lo que es peor, INTERNET es una herramienta que está en la mano de cualquier niño/a, y estos pueden ser engañados con facilidad, hasta llegar incluso a quedar con el acosador, ya que 3 de cada 10 quedan a ciegas con alguien, y 1 de cada 10 acude a la cita.
La sintomatología esencial de este trastorno se define como fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual con niños(13 años o menos) durante un período no inferior a los seis meses.
Los niños suelen ser menores de 12-13 años y el individuo ha de tener por lo menos cinco años más que el niño para que sea considerado el trastorno. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.
Según el manual de diagnóstico de los trastornos mentales (DSM-IV) la pedofília se encuentra dentro de la categoría de parafílias, ubicada dentro de la categorización mayor de "Trastornos sexuales y de la identidad sexual".
El manual indica que estas fantasías e impulsos sexuales provocan un malestar clínicamente significativo o un deterioro social, laboral o de otras áreas de la actividad del individuo. El manual indica distinguir a su vez en el diagnóstico cuando se trata de una situación incestuosa, si es exclusivo (solo atracción con niños), si es hacia varones, mujeres o por ambos sexos.
La definición del DSM-IV lleva implícita la concepción clásica, pero otras lecturas permiten pensar que esa definición resulta bastante acotada. Es posible ver conductas pedofílicas menos marcadas, y de otras personas que no sufren de un malestar significativo al respecto. Incluso se parte de esta situación para pensar otros aspectos relevantes, tal como puede ser la pregunta si es que se trata de cuestiones médicos biológicas o no.
Por otra parte cabe la pregunta si es que este fenómeno se da principalmente en personas que está a cargo del cuidado de niños por lo que cabría la hipótesis según la cual el contacto permanente con niños favorecería la manifestación paidofílica.
Puede darse de diferentes formas: en relación a la orientación, puede ser de tipos heterosexuales, homosexuales o ambas; en relación a objeto, éste puede ser exclusivamente pedofílico o no.
Las conductas de la pedofília van del simple exhibicionismo hasta la penetración. El adulto suele ganarse la confianza y el cariño del niño para luego llevar a cabo sus objetivos.
La necesidad detectada más importante, es la necesidad de ayudar a todos los niños a estar prevenidos ante cualquier ataque pedófilo, pues no hay que olvidar que puede pasarle a cualquier niño/a, a cualquier hijo/a, hermano/a, etc. Por tanto todos los niños están en peligro, la inocencia de uno, es la inocencia de todos, y la ética cívica y moral nos obliga ayudarles y a luchar contra la pornografía infantil de todas las formas posibles y no hacernos los suecos, por decirlo de alguna manera, por miedo o porque realmente no son los tuyos o los míos los que están en peligro. Pues de alguna manera o de otra todos podemos ayudar.
Aunque no existe un perfil exacto del pedófilo ni del pederasta, sí podemos establecer un retrato robot a partir del estudio de los que ya han sido detenidos. Es el siguiente:
1º. En más el 90% de los casos se trata de varones.
2º. En el 70% de los casos superan los 35 años de edad.
3º. Suele tratarse de profesionales cualificados.
4º. Con frecuencia buscan trabajos o actividades que les permitan estar cerca de los niños.
5º. Su nivel social es medio o medio-alto.
6º. En el 75% de los casos no tienen antecedentes penales.
7º. Su nivel de reincidencia es altísimo, aun después de ser descubiertos y condenados.
8º. No suelen ser conflictivos en la cárcel y muestran buen comportamiento (en la cárcel no hay niños).
9º. No reconocen los hechos ni asumen su responsabilidad.
10º. Normalmente tienen una familia a su cargo, y con frecuencia hijos pequeños.
11º. En más del 30% de los casos se trata del padre, el tío o el abuelo de la víctima.
12º. Generalmente tienen fuertes convicciones religiosas
La personalidad del agresor de mediana o mayor edad es de un individuo solitario y con dificultad para establecer relaciones heterosexuales normales, suele tener baja autoestima, con pocos recursos para enfrentar situaciones de stress y frecuentemente abusa del alcohol y/o sustancias. Por lo general, no presenta trastorno psicopatológico. Sin embargo, se ha visto que dos tercios de los reclusos pedofílicos maduros llevaron a cabo esta conducta en momentos que sufrían de situaciones estresantes.
El pedofílico no se acerca a los adultos debido a que teme ser castrado por ellos, que son representantes de sus padres, hacia los que dirige sus impulsos incestuosos.
Se identifica con su madre y se relaciona con los niños de la misma manera como añora que debiera ser su relación con ella, por ese motivo es que elige a niños que puedan representarlo a él mismo. El temor a la castración intensifica su narcisismo, por la necesidad de protegerse a sí mismo.
Hay pedófilos de todas las clases sociales. Los más peligrosos sin, ciertamente aquellos en los que el niño confía por naturaleza, como un criado, un amigo de la familia, o aquellos que el niño idealiza por sus funciones, como un sacerdote, un profesor, un bombero e un policía. El acto perverso de estas personas insospechadas deja cicatrices profundas en el alma del niño bajo la forma de culpa y de angustia.
Los pedófilos menos peligrosos, desde el punto de vista psicológico, son los marginales, los exhibicionistas de la calle. Estos actúan desde fuera, compulsivamente como un relámpago, y después son castigados y encarcelados, con gran alivio reparador para el menor. La imagen del "bestia" es irreversible, pero los efectos brutales de su acto acaban por diluirse poco a poco con el tiempo.
Desde el punto de vista moral el pedófilo no es un deficiente mental exento de responsabilidades, ni un delincuente al margen de las leyes de la vida social y familiar (puede ser un buen profesional, un buen padre de familia y como últimamente ha salido a la luz, puede ser un sacerdote-veremos casos más adelante), sino un hombre o una mujer diferentes en la manera de vivir la sexualidad, condicionados en la libertad por la estructura de su personalidad, aunque responsables por el mal que introducen en el mundo, cuando actúan pedofílicamente.
Existen unas cuantas páginas web donde luchan contra la pedofília, y la pornografía infantil. En estas páginas te das cuenta de que es un problema que cada día va a más, y que una de las cosas que podemos hacer los ciudadanos, es ayudar a prevenir y denunciar los posibles delitos de los que seamos conscientes.
Existe un factor importante en el incremento de la pornografía infantil y por tanto de la pedofília, éste factor es INTERNET. Es la herramienta que hace posible el intercambio de imágenes, videos, etc. entre pedófilos o no ( ya que existe otro tipo de gente que promueve la pornografía infantil por otros motivos, como pueden ser los económicos ). También hace posible que éstos se agrupen en comunidades virtuales y puedan afianzar su postura, tanto que hasta en Holanda se ha creado un partido político que favorece las relaciones adulto-niño, por poner un simple ejemplo de lo que está ocurriendo en el mundo, y de lo que mucha gente ignora. Además lo que es peor, INTERNET es una herramienta que está en la mano de cualquier niño/a, y estos pueden ser engañados con facilidad, hasta llegar incluso a quedar con el acosador, ya que 3 de cada 10 quedan a ciegas con alguien, y 1 de cada 10 acude a la cita.